Nuestro objetivo general es lograr que nuestros alumnos sean miembros solidarios de la comunidad, que se comprometan personalmente con el servicio y que actúen para influir positivamente en la vida de las personas. Creemos que pueden ser actores de cambio en el mundo en que les toca vivir y fomentamos su protagonismo en los emprendimientos institucionales de los que participan con niveles crecientes de responsabilidad acordes con su madurez.
En las actividades solidarias los alumnos se forman en valores tales como compartir, aceptar las diferencias, tomar acción para ayudar y considerar las necesidades de los demás. Los logros se reflejan en un mayor autoconocimiento y en el ejercicio de la empatía, en la capacidad para interactuar en diferentes contextos, en la toma de conciencia de las implicancias éticas de sus acciones y en el armado de proyectos solidarios propios.
Trabajamos con el método del “aprendizaje experiencial” que consiste en planificar una actividad, llevarla a la práctica, observar todo el proceso, reflexionar sobre lo vivido y aplicar lo aprendido a nuevas experiencias.
Como creemos que la única manera de educar es con el ejemplo, invitamos a todos los miembros de nuestra comunidad educativa a trabajar junto con los alumnos. También contamos con la colaboración permanente de ex alumnos que participan de nuestros proyectos, que incluyen, entre otros, visitas semanales a un hogar de ancianos, a un hogar para niños en tránsito y a “Fundación Banco de Alimentos”. Además, una vez al año visitamos y trabajamos en nuestras dos escuelas ahijadas: una de frontera en la provincia de San Juan y otra rural en la provincia de Entre Ríos.